uno regresa a los lugares donde fue feliz por nostalgia
y con ciertas ansias de repetición.
uno regresa a los lugares donde no ha sido feliz para entender.
lo que uno acaba entendiendo
justo antes de preparar la nueva partida es,
justo como lo dice alguna canción
ninguna partida es casual,
ninguna despedida.
el que regresa a un lugar donde no fue feliz
y al que juró, alguna vez, nunca jamás regresar,
se lleva consigo el inequívoco placer de pronunciar
"nunca jamàs" dos veces.
el que regresa a un lugar donde no fue feliz
lo hace para poder irse. esta vez, de verdad.
el que regresa y vuelve a irse
experimenta la dulce sensación de saber
que siempre estuvo en lo correcto :U
y si el mundo se acaba yo no haré nada más que quererte